Liquidación y optimización del Impuesto de Sucesiones y Donaciones

Tras el fallecimiento de una persona, los herederos deben afrontar la liquidación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, un tributo que grava la transmisión de bienes y derechos. La cuantía del impuesto varía en función del valor de la herencia, el grado de parentesco con el fallecido y la comunidad autónoma en la que se tribute, ya que cada región establece sus propias bonificaciones y reducciones.

En B&D nos encargamos de calcular y gestionar el pago de este impuesto, asegurando el cumplimiento de la normativa vigente y aplicando todas las deducciones posibles para optimizar la carga fiscal. Analizamos cada caso de manera individual, identificando oportunidades para reducir el importe a pagar dentro del marco legal, como las bonificaciones por parentesco o las exenciones sobre la vivienda habitual.

Además, tramitamos la presentación del impuesto dentro del plazo establecido de seis meses desde el fallecimiento, evitando sanciones y recargos por demora. En caso necesario, gestionamos la solicitud de prórrogas o el fraccionamiento del pago para facilitar su liquidación sin generar problemas económicos a los herederos.

Nuestro equipo de expertos en fiscalidad sucesoria también asesora en casos de herencias con deudas, valoraciones complejas de bienes o situaciones en las que el pago del impuesto supone una carga elevada para los herederos.

En B&D garantizamos que la liquidación del Impuesto de Sucesiones se realice con total precisión y eficiencia, evitando errores que puedan derivar en costes adicionales. Confía en nosotros para optimizar tu herencia y cumplir con tus obligaciones fiscales sin complicaciones.